Integración del mindfulness en el hacer terapéutico

 

En una entrada anterior, se describió como llevar a cabo este tipo de ejercicios, aquí lo que se describirá como esta técnica se integra en el quehacer terapéutico. 

El papel de la atención plena o el mindfulness como técnica terapéutica depende por un lado del efecto concreto que procura y por otro de la semejanza  de dicho efecto con el logrado por otras técnicas. La relación y el balance de ambos aspectos son fundamentales para delimitar su utilidad (Labrador, 2009).

A) Exposición conductual y aprendizaje de nuevas respuestas: observar las emociones, pensamientos, sensaciones corporales como lo que son, no con el objetivo de controlarlos. Así se empeña el paciente en un aprendizaje sobre el control de la atención, sin valoraciones ni intento de cambio. En consecuencia se produce una exposición no reforzada a las emociones, pensamientos y sensaciones previamente evitados. 

B) Regulación emocional: cambiar la tendencia de respuesta automática cuando el paciente observa, describe y participa en la experiencia emocional sin implicarse personalmente en ella. 

C) Reducir la creencia en las reglas: romper la predominancia de la conducta gobernada por reglas, favoreciendo el control mediante contingencias, en relación con los sucesos privados. Cuando se considera que un pensamiento es solo un pensamiento, sin que eso suponga darlo como verdadero o conferirle otros significados.

D) Control de la atención: impedir las rumiaciones, al centrarse en los mismos elementos de forma reiterada. Ello supone una economía en los recursos del paciente al evitar que se implique en actividades inútiles. 

El mindfulness forma parte de la terapia de aceptación y compromiso, en espacial en lo que tiene que ver con el componente de aceptación. Para ello se emplean diversas metáforas y ejercicios, por ejemplo:  


Metáfora de las nubes grises


La lucha del cliente con el sufrimiento que le producen los pensamientos sobre situaciones dolorosas del pasado puede ser similar a la lucha para que no surjan nubes oscuras en el cielo que le atrapen. Son como intentos constantes por buscar cielos claros. Sin embargo la experiencia nos dice a todos que las nubes no es algo que podamos controlar, a veces surgen. Es parecido a lo que su experiencia le dice "no puedo evitar los recuerdos, se presentan y cuanto mas hace para no tenerlos, ahí están de nuevo". Como humanos que somos, recordamos, y a veces los recuerdos afloran a nuestra mente como ocurre con las nubes que aparecen en el cielo sin apenas darnos cuenta y, es mas oscurecen todo lo que esta bajo su sombra (Wilson y Luciano, 2002, p. 230).


Bibliografía

Labrador, F (2009). Técnicas de modificación de conducta. Madrid. Psicología Pirámide. 

Wilson, G y Luciano, M (2002). Terapia de aceptación y compromiso: un tratamiento conductual orientado a valores. Madrid: Pirámide. 

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