Relación de pareja y adopción
Una vez que el niño llega al hogar, la dinámica de la relación de pareja enfrenta un cambio significativo. La adaptación del niño a su nuevo entorno y la construcción de vínculos afectivos demandan tiempo y paciencia. Es fundamental que la pareja sea consciente de la necesidad de mantener un equilibrio entre su relación y la atención que requiere el niño recién adoptado. Este equilibrio puede ser desafiante, pero el apoyo mutuo y la cooperación son pilares esenciales para superar esta etapa de transición (Jeldres, Suazo y Vera, 2014).
La crianza de un niño adoptado también presenta desafíos únicos. La comprensión y el respeto por la historia del niño, así como el apoyo en su proceso de adaptación, requieren una colaboración sólida entre los miembros de la pareja. La capacidad de tomar decisiones conjuntas relacionadas con la crianza y la educación del niño es esencial para garantizar su bienestar y desarrollo integral.
La adopción puede poner a prueba la relación de pareja, pero también puede fortalecerla de manera significativa. El compartir la responsabilidad de criar a un niño, los momentos de alegría, los desafíos superados en equipo y los logros alcanzados juntos pueden consolidar aún más el vínculo entre los compañeros.
Sin embargo, es fundamental que la pareja se dé espacio para nutrir su relación como pareja, más allá del rol de padres. Mantener momentos de intimidad, compartir intereses y dedicar tiempo exclusivo el uno al otro es crucial para preservar la conexión emocional que los unió en primer lugar.
Bibliografía
▪ Jeldres, M; Suazo, M y Vera, M (2014). Perspectiva de la familia adoptante acerca de su proceso de construcción de una nueva familia desde la incorporación del hijo o hija. Concepción: Universidad Bio Bio.
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