Estilos de apego de la pareja y proceso de adopción

Los estilos de apego en las relaciones de pareja y el proceso de adopción son temas fascinantes que convergen en la formación de vínculos afectivos profundos. Desde la teoría del apego de Bowlby hasta los desafíos emocionales y psicológicos en la adopción, estos temas exploran cómo nuestras experiencias tempranas influyen en nuestras relaciones y cómo la dinámica del apego puede afectar el proceso de adopción.




Estilos de apego 

La teoría del apego, propuesta por John Bowlby y posteriormente desarrollada por Mary Ainsworth, describe cómo las experiencias tempranas entre el niño y sus cuidadores influyen en la formación de un patrón de apego. Estos patrones se trasladan a las relaciones adultas, dando forma a los estilos de apego en las pareja (Vargas, 2021):

Apego seguro: este es un lazo afectivo duradero entre el niño, la niña y su cuidador. Sucede cuando la figura de apego se convierte en una base segura a partir de la cual las personas menores de edad pueden explorar lo desconocido; esto significa que ha sido tratado con sensibilidad materna y se ha dado respuesta a sus necesidades por lo cual desarrolla confianza en el mundo. El cuidado materno, en casos de apego seguro, se ve marcado por disponibilidad, receptividad, conexión emocional y atención. Además, este tipo de vínculo hace que busquen proximidad y contacto con la madre. Cuando una persona menor de edad desarrolla un patrón de apego seguro, entonces, la persona cuidadora se convierte en una fuente confiable y estable a la cual recurrir para satisfacer sus necesidades emocionales, psicológicas, biológicas, entre otras; de esta manera hay certeza de una respuesta sensible y responsable por parte de ella.

Se han distinguido tres tipos de apego inseguro, el evitativo, el ansioso ambivalente y el desorganizado.

Apego evitativo: aquel en el cual el niño o la niña no buscan proximidad y contacto con su figura de apego, ni la sensación de seguridad que esta ofrece; por el contrario, evitan este tipo de conductas. No muestran angustia al no encontrar a su madre o estar lejos de ella y exploran el mundo por sí mismos. Rara vez buscan el contacto o atención de sus cuidadores. Aunque externamente parecen mostrar un total desinterés y no manifestar secuelas, algunos estudios psicofisiológicos han demostrado que, a nivel interno, se encuentran agobiados y estresados producto de la separación materna, y como resultado desarrollan, a modo de mecanismo de defensa, una actitud evitativa y aparentemente desinteresada.

Apego ansioso ambivalente: se caracteriza por la presencia de una conducta ansiosa en el niño, la cual le impide iniciar la exploración activa sobre su entorno ya que hay una incapacidad de utilizar a la figura de apego como una base segura para este fin. Las personas menores de edad que han desarrollado este tipo de vínculo suelen manifestar una intensa aflicción y preocupación en la ausencia de la persona cuidadora; sin embargo, cuando este regresa a su lado se manifiestan conductas contrapuestas desde la irritación, enojo y resistencia al contacto, hasta un intenso deseo de unión y contacto.

Apego desorganizado: en el caso de niños y niñas que han sufrido algún tipo de maltrato por parte de sus cuidadores, su tipo de vínculo no clasifica dentro de las categorías mencionadas con anterioridad, sino en un desorden conductual. Estos exhiben “indicios de desorganización tales como movimientos de retirada, gritar y después aproximarse nada más a la figura de apego. En estos casos las figuras parentales han cumplido un rol amedrentador y amenazante para con el niño o la niña; también puede ser que hayan manifestado conductas contrapuestas que confunden al menor, por ejemplo, a veces pueden ser atentos emocionalmente con el niño y, luego, completamente indiferentes. Esto resulta en un(a) menor quien se encontrará en el dilema de si debe acercarse a sus figuras de apego o no.


Impacto en el proceso de adopción

El proceso de adopción es una experiencia compleja que involucra no solo aspectos legales y sociales, sino también dinámicas emocionales profundas. Los estilos de apego pueden jugar un papel significativo en este proceso:

Preparación para la Adopción: Los futuros padres adoptivos pueden beneficiarse al comprender sus propios estilos de apego. Esto les permite estar conscientes de cómo sus patrones de relación podrían influir en la formación del vínculo con el niño adoptado.

Desafíos durante la Adopción: Los padres adoptivos pueden enfrentar desafíos al intentar establecer una conexión con el niño adoptado, especialmente si este tiene experiencias previas de abandono o trauma. Los estilos de apego de los padres y del niño pueden interactuar de maneras complejas, afectando la relación.

Apoyo y Orientación: Es crucial que los padres adoptivos reciban apoyo emocional y orientación para manejar los desafíos que puedan surgir durante el proceso de adopción. La comprensión de los estilos de apego puede ayudar a estos padres a proporcionar un entorno seguro y amoroso para el niño.

Desarrollo del Vínculo: A medida que avanza la adopción, los padres pueden trabajar para establecer un vínculo seguro con el niño adoptado. Esto implica ofrecer seguridad emocional, comprensión y paciencia para permitir que se desarrolle una conexión fuerte y saludable.


Bibliografía

Vargas, A (2021). Manual orientativo del proceso de evaluación psicológica de idoneidad mental para solicitantes de adopción. San José: Colegio de Profesionales en Psicología de Costa Rica.



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