Abordaje cognitivo de problemas familiares
En terapia cognitivo conductual se enfatiza mucho la idea que la conducta, tanto la normal como la patológica, se halla en estrecha relación con el ambiente. El vinculo entre persona y ambiente se considera bidireccional, es decir, el entorno va moldeando nuestros comportamientos pero nosotros también somos capaces de cambiar nuestro medio (Dahad, Rivadeneira y Minici, 2010). Este ambiente también incluye el entono social, sobre todo la familia, que son las personas con las cuales compartimos mayor tiempo.
La base del abordaje cognitivo
El abordaje cognitivo se enfoca en cómo nuestros pensamientos, creencias y percepciones influyen en nuestras emociones y comportamientos. Se basa en la premisa de que nuestras interpretaciones de los eventos y situaciones afectan directamente cómo nos sentimos y cómo actuamos en respuesta a ellas. Cuando se aplica al contexto familiar, este enfoque examina cómo las creencias y los patrones de pensamiento de cada miembro de la familia pueden contribuir a los problemas y conflictos.
Identificación de patrones cognitivos
Una parte fundamental del abordaje cognitivo de problemas familiares implica identificar y comprender los patrones cognitivos que pueden estar contribuyendo a las dificultades en la familia. Esto puede incluir patrones de pensamiento negativo, sesgos cognitivos y distorsiones en la percepción de eventos. Por ejemplo, un miembro de la familia podría tener una tendencia a interpretar las acciones de otros como hostiles o críticas, incluso si esas intenciones no son reales.
El terapeuta o consejero familiar capacitado en esta aproximación trabaja con los miembros de la familia para explorar y cuestionar estos patrones cognitivos, fomentando una mayor conciencia de cómo pueden estar influyendo en la dinámica familiar. Al hacerlo, se crea un espacio para el cambio y la transformación de la forma en que los individuos interpretan y responden a las interacciones familiares.
Reestructuración cognitiva
Una de las herramientas clave del abordaje cognitivo es la reestructuración cognitiva. Esto implica desafiar y cambiar los patrones de pensamiento disfuncionales o negativos que pueden estar contribuyendo a los problemas familiares. En el contexto familiar, esto puede implicar ayudar a los miembros a examinar sus creencias acerca de sí mismos, los demás y la dinámica familiar en sí misma.
Por ejemplo, si un miembro de la familia tiende a culparse a sí mismo por los problemas familiares, un terapeuta cognitivo puede trabajar con esa persona para explorar evidencias que respalden o contradigan esa creencia. A lo largo del tiempo, esta práctica puede llevar a un cambio en la forma en que el individuo se percibe a sí mismo y a su papel en la familia, lo que puede tener un efecto positivo en la dinámica general.
Comunicación interpersonal y resolución de conflictos
La comunicación interpersonal es el intercambio comunicativo verbal y no verbal que se establece entre dos o mas personas donde se produce un intercambio humano de ideas, actitudes y emociones. El objetivo de la comunicación interpersonal es establecer una relaciones saludables (Nomen, 2015).
Al identificar y cambiar patrones cognitivos negativos, los miembros de la familia pueden aprender a comunicarse de manera más abierta, comprensiva y asertiva. Esto puede reducir los malentendidos, las interpretaciones erróneas y los desacuerdos que a menudo conducen a problemas en la familia.
Además, la reestructuración cognitiva puede desempeñar un papel clave en la resolución de conflictos. Los miembros de la familia pueden aprender a cuestionar sus suposiciones y creencias sobre la otra persona involucrada en el conflicto, lo que puede llevar a un entendimiento más profundo de las motivaciones y necesidades de cada uno. Esta comprensión puede sentar las bases para soluciones más colaborativas y satisfactorias.
Fortalecimiento de los vínculos familiares
Uno de los objetivos finales del abordaje cognitivo de problemas familiares es fortalecer los vínculos familiares y promover un entorno de apoyo y cuidado mutuo. A medida que los miembros de la familia trabajan juntos para identificar y cambiar patrones cognitivos disfuncionales, pueden desarrollar una mayor comprensión y empatía entre ellos. Esto puede conducir a una mayor cohesión familiar, una comunicación más saludable y una sensación de unión en lugar de división.
Conclusiones
En resumen, el abordaje cognitivo de problemas familiares ofrece una perspectiva valiosa para entender y transformar las dinámicas familiares que pueden estar causando conflictos y dificultades. Al centrarse en los patrones de pensamiento y creencias de los miembros de la familia, esta aproximación brinda las herramientas necesarias para mejorar la comunicación, resolver conflictos y fortalecer los lazos familiares. Si estás experimentando problemas en tu familia, considera la posibilidad de buscar la ayuda de un terapeuta o consejero capacitado en el abordaje cognitivo para facilitar un cambio positivo y duradero en tu entorno familiar. Recuerda que el proceso de transformación puede llevar tiempo, pero los resultados pueden ser profundamente gratificantes para todos los involucrados.
Bibliografía
▪ Dahad, J; Rivadeneira, C y Minici, A (2010). Técnicas cognitivo conductuales para el abordaje de problemas de pareja y familia. Revista de terapia cognitivo conductual, 19, 1 - 7.
▪ Nomen, L (2015). 50 Técnicas psicoterapéuticas. Madrid: Pirámide.
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