Rehabilitación neuropsicológica de la atención

La atención es el proceso conductual y cognitivo de concentración selectiva en un aspecto discreto de la información, ya sea considerada subjetiva u objetiva, mientras que se ignoran otros aspectos perceptibles. Prácticamente la atención se puede definir como la capacidad que tienen las personas para seleccionar, mantener o dirigir la información relevante. Es decir, la atención es un proceso cognitivo que permite orientarnos hacia aquellos estímulos que son relevantes dándoles prioridad e ignorando los que no lo son. En resumen se puede decir que la atención nos sirve para guiar, elegir, mantener y procesar correctamente la información importante.

El modelo es jerárquico y asume que cada nivel atencional requiere el correcto funcionamiento del nivel anterior. A su vez, la noción de jerarquía implica la asunción de que cada componente es más complejo que el que lo precede. El modelo propone seis componentes, los cuales se describen a continuación (Muñoz, 2009):

Arousal: capacidad de estar despierto y de mantener la alerta. Implica la capacidad de seguir estímulos u órdenes. Es la activación general del organismo.

Atención focal: habilidad para enfocar la atención a un estímulo determinado. No se valora el tiempo de fijación al estímulo. Se suele recuperar en las fases iniciales tras un traumatismo craneoencefálico. Al principio puede responderse exclusivamente a estímulos internos (dolor, temperatura, etc).

Atención sostenida: capacidad de mantener una respuesta de forma consistente durante un periodo de tiempo prolongado. Se divide en dos subcomponentes: 1) se habla de vigilancia cuando la tarea es de detección y de concentración cuando se refiere a otras tareas cognitivas, y 2) noción de control mental o memoria operativa, en tareas que implican el mantenimiento y manipulación de información de forma activa en la mente.

Atención selectiva: capacidad para seleccionar, de entre varias posibles, la información relevante a procesar o el esquema de acción apropiado, inhibiendo la atención a unos estímulos mientras se atiende a otros. Los pacientes con alteraciones en este nivel sufren numerosas distracciones, ya sea por estímulos externos o internos.

Atención alternante: capacidad que permite cambiar el foco de atención entre tareas que implican requerimientos cognitivos diferentes, controlando qué información es procesada en cada momento. Las alteraciones de este nivel impiden al paciente cambiar rápidamente y de forma fluida entre tareas.

Atención dividida: capacidad para atender a dos cosas al mismo tiempo. Es la capacidad de realizar la selección de más de una información a la vez o de más de un proceso o esquema de acción simultáneamente. Es el proceso que permite distribuir los recursos atencionales a diferentes tareas o requisitos de una misma tarea. Puede requerir el cambio rápido entre tareas o la ejecución de forma automática de alguna de ellas.

Es importante que los ejercicios a asignarse estén de acuerdo a la capacidad de la persona, ejercicios muy fáciles pueden aburrir a la persona, causar molestias por considerar que se le esta menospreciando y no cumplir con el objetivo de ejercitar la función. Ejercicios muy difíciles pueden hacer que la persona se ofusque y pierda interés en la tarea.  

En cuanto a ejercicios para ejercitar la atención, entre los mas básicos se encuentran las sopas de letras, búsqueda de diferencias y el domino, de mayor dificultad juegos como las damas y el ajedrez. 


Sopa de letras

Material: Lámina cuadriculada que contiene una letra en cada una de las celdas.

Instrucciones: La tarea consiste en encontrar una serie de palabras inmersas en un conjunto de letras desordenadas. Es un ejercicio útil para el entrenamiento de la atención sostenida, la atención selectiva y para el rastreo visual, ya que es necesario proceder con cierto orden en la búsqueda de las letras que constituyen las palabras clave, evitando dejar espacios inexplorados 

Las sopas de letras son tareas a las que se puede acceder fácilmente, ya que aparecen en numerosas publicaciones, tanto en las específicas de pasatiempos como en las que recogen los ejercicios de rehabilitación neuropsicológica. Sin embargo, existen programas de ordenador que ofrecen una serie de ventajas, puesto que permiten crear sopas de letras personalizadas, con la posibilidad de elegir las palabras a buscar. De tal forma, se puede implicar al paciente en la preparación de la misma tarea, pidiéndole que genere cierto número de palabras relacionadas con un tema determinado, como por ejemplo el deporte. Así, se implicaría en la tarea, además de en los procesos atencionales, la capacidad de fluidez verbal y de generación de ideas (Muñoz, 2009). 


Búsqueda de diferencias 

Material: Lámina en la que aparecen dos dibujos parecidos pero que se diferencian en algún aspecto.

Instrucciones: Se presentan al sujeto dos figuras parecidas pero no iguales; la tarea consiste en encontrar los detalles por los que se diferencian. 

Los procesos que se pueden ver implicados en este tipo de ejercicio son la atención sostenida, la búsqueda y el rastreo visual, la atención selectiva (porque hay que buscar y encontrar los detalles entre una serie de estímulos irrelevantes y distractores) y la memoria de trabajo, el componente visual de la memoria de trabajo permite la confrontación entre dos figuras, manteniendo activas las informaciones sobre una de ellas mientras se está mirando la otra (Muñoz, 2009). 


Dominó 

Numero de jugadores: de 2 a 4. Lo más habitual es jugar en parejas, pero también se puede jugar individualmente.

Descripción: Juego que consta de 28 fichas rectangulares divididas en dos cuadrados, cada uno de los cuales lleva marcados de uno a seis puntos, o ninguno. Las fichas con igual número de puntos en ambos cuadrados se conocen como dobles. Asimismo, las fichas con uno de los cuadrados sin puntos se denominan blancas y las que tienen un punto se conocen como pitos o unos; y así sucesivamente con los doses, treses, cuatros y cincos, hasta llegar a los seises. El objetivo del juego es alcanzar una determinada puntuación previamente prefijada, jugando para ello las manos o rondas que sean necesarias. El primer jugador o pareja que alcance dicha puntuación gana. A partir de una ficha inicial, deben ir encadenándose por turnos las fichas de que dispone cada jugador. Al jugar en parejas, excepto alguna seña muy concreta aceptada en las normas del juego, no está permitida la comunicación explícita entre los participantes.

Habilidades ejercitadas: atención y concentración, memoria de trabajo y memoria a corto plazo, cálculo, percepción visual, pensamiento crítico y flexibilidad de pensamiento (Gramunt, 2010). 


Damas

Numero de jugadores: 2.

Descripción: El objetivo en sí es bastante simple, mover las propias fichas por el tablero «comiéndose» las del contrario (saltándolas). Gana quien consigue eliminar todas las fichas del contrario. Pero la estrategia implicada va mucho más allá. Debe analizarse todo movimiento del contrario e intentar deducir cuál será su próximo movimiento o qué pasará si me «como» esta pieza... ¿Qué movimiento es mi mejor opción? Es necesario hacerse muchas preguntas y existen muchos posibles resultados.

Habilidades ejercitadas: atención y concentración, pensamiento crítico, lógica, flexibilidad de pensamiento y planificación y previsión de consecuencias.


Ajedrez 

Numero de jugadores: 2

Descripción: consta de un tablero cuadrado de 68 casillas y dos conjuntos de figuras (tradicionalmente, blancas y negras) de 16 piezas cada uno. Existen 6 tipos de piezas distintos que, para cada color, son: los peones (8), las torres (2), los caballos (2), los alfiles (2), la reina (1) y el rey (1). Cada pieza tiene un patrón específico de movimientos permitidos y, además, ciertos movimientos solo pueden ser realizados en determinados momentos del juego (como el enroque). Requiere de la activación de procesos de análisis, métodos de razonamiento y estrategias de registro, que lo hacen práctico para el desarrollo de aptitudes matemáticas. Dominar el razonamiento y la estrategia del ajedrez exige mucho tiempo y dedicación, aunque no se requiere tanto para, por lo menos, empezar a jugar.

Habilidades ejercitadas: atención y concentración, capacidad visuoperceptiva, pensamiento crítico (se precisa capacidad para ponerse «en el lugar del otro» y para tratar de prever cuáles serán sus movimientos y/o intenciones), lógica, capacidad para ordenar ideas y capacidad de decisión, flexibilidad de pensamiento (capacidad de cambiar de estrategia o planteamiento en función de las acciones del adversario, planificación y previsión de consecuencias, resolución de problemas.


Bibliografía

Gramunt, N (2010). Vive el envejecimiento activo: ejercicios y actividades para la estimulación cognitiva. Barcelona: Fundación La Caixa.   

Muñoz, E (2009). Estimulación cognitiva y rehabilitación neuropsicológica. Barcelona. Editorial UOC.  

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