Las teorías de las etapas del proceso del duelo postulan que los enfermos terminales o deudos pasan a través de una secuencia de reacciones emocionales, que les permiten protegerse de la amenaza de las pérdidas inminentes. Kübler-Ross señaló que las personas que se encontraban próximas a la muerte (enfermos terminales) transitaban por cinco fases durante el duelo: negación, ira, pacto/negociación, depresión y aceptación. La autora observó que estas fases duraban diferentes periodos de tiempo; y se sucedían unas a otras o que en ocasiones se solapaban (Miaja y Morales, 2013).
Las fases del duelo son (Meza, García, Torres, Castillo, Sauri y Martínez, 2008):
Fase 1 - negación: No es infrecuente que, cuando experimentamos una pérdida súbita, tengamos una sensación de irrealidad o de incredulidad que puede verse acompañada de una congelación de las emociones. Se puede manifestar con expresiones tales como: “aún no me creo que sea verdad”, “es como si estuviera viviendo una pesadilla” e incluso actuar “como si no hubiera pasado nada”.
El significado psicológico que se encontró ante la negación de la enfermedad en los pacientes y cuidadores primarios es similar al que propuso Kübler-Ross, considerándolo como la imposibilidad de reconocer el hecho de que se padezca la enfermedad. Moyer y Levine destacaron la necesidad de distanciarse y evitar pensar y hablar de la enfermedad (Miaja y Morales, 2013).
Fase 2 - ira: Se activan sentimientos de frustración y de impotencia que pueden acabar en atribuir la responsabilidad de una pérdida irremediable a un tercero. En casos extremos, las personas no pueden ir elaborando el duelo porque quedan atrapadas en una reclamación continua que les impide despedirse adecuadamente de la persona amada.
Entre las definidoras obtenidas para la ira ante la enfermedad se encontraron reacciones emocionales de rabia, enojo, hostilidad y agresividad por haber perdido la salud. Se halló que la ira estaba dirigida
hacia todos en general, hacia la familia, amigos y obstáculos que se encuentran. Kübler-Ross observó, de forma semejante, que la ira era dirigida contra la persona misma y su entorno tras una fase de negación (Miaja y Morales, 2013).
Fase 3 - negociación: En la fase de negociación, se comienza a contactar con la realidad de la pérdida al tiempo que se empiezan a explorar qué cosas hacer para recuperar la rutina. Se concentra gran parte del tiempo en lo que el doliente u otras personas podrían haber hecho diferente para evitar esta muerte. Puede conducir al remordimiento y la culpa.
Como también refiere Kübler-Ross, a la palaba-estímulo pacto/negociación se asoció el llegar a un acuerdo con Dios, allegados o ellos mismos, prometiendo alcanzar metas personales, para prolongar la
vida y recuperación. Asimismo se encontró que los pacientes y cuidadores primarios intentan pensar positivamente, dirigiendo su mirada a la espiritualidad y buscando una alianza con un Ser Supremo (Miaja y Morales, 2013).
Fase 4 - dolor emocional: A medida que avanza el proceso de duelo y se va asumiendo la realidad de la pérdida, se comienza a contactar con lo que implica emocionalmente la ausencia. Es usual que muestre desesperación, irritabilidad e impotencia frente a esta pérdida. Esto se debe a la toma de conciencia sobre lo irreversible de esta muerte.
Coincidiendo con las características mencionadas por Kübler-Ross para la fase de depresión ante la enfermedad, se hallaron como definidoras la presencia de tristeza, pensamientos negativos, deseos de muerte, aislamiento social y una actitud de claudicación ante la enfermedad. En este estudio prevalecen los aspectos afectivos, cognitivos y sociales (Miaja y Morales, 2013).
Fase 5 - aceptación: Supone la llegada de un estado de calma asociado a la comprensión, no sólo racional sino también emocional, de que la muerte y otras pérdidas son fenómenos inherentes a la vida humana. Todas las culturas han ido desarrollando formas de canalizar ese dolor a través de los lazos comunitarios (compartir el dolor con los otros) y con elaboraciones simbólicas que a menudo dan un sentido trascendente a la pérdida.
Entre las definidoras obtenidas para la aceptación de la enfermedad se encontró una actitud responsable de lucha y supervivencia, tal como lo menciona Kübler Ross; es decir, aceptar la enfermedad, pero sin que el paciente se siente a observar pasivamente la misma. En esta fase el hecho de saberse enfermo constituye lo necesario para alcanzar un estado de salud estable (Miaja y Morales, 2013).
Bibliografía
- Meza, E; García, S; Torres, A; Castillo, L; Sauri, S y Martínez, B (2008). El proceso del duelo: un mecanismo humano para el manejo de las perdidas humanas. Revista de especialidades medico quirúrgicas. 13(1), 28-31.
- Miaja, M y Morales, J (2013). El significado psicológico de las cinco fases del duelo propuestas por Kubler-Ross mediante redes semánticas naturales. Psicooncología. 10(1), 109-130.
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