Motivación para el ejercicio
En la primera entrada del año les hablare sobre las diversas variables que influyen en la motivación hacia el ejercicio, haciendo énfasis en el mantenimiento de esta conducta a lo largo del tiempo. Ya que como se menciono en la entrada anterior, muchas personas se proponen como objetivo de año nuevo el hacer mas ejercicio, pero abandonan esta conducta a las pocas semanas.
La motivación se puede entender como un proceso direccional, de carácter tanto intrínseco como extrínseco, que se desarrolla a lo largo del tiempo y se va consolidando conforme se cumplen y alcanzan metas y objetivos.
Ello podría ejemplificarse en un esquema (figura 1); en él se señala que las personas tienen metas y necesidades que les llevan –partiendo de un punto cero que se va incrementando conforme avanzan los logros– a cumplir o disminuir sus objetivos o metas en un determinado período. (García y Caracuel, 2007)
En el estudio llevado a cabo por García y Caracuel (2007), encontraron que entre los motivos manifestados como de gran trascendencia por el cual las personas abandonan el deporte se encuentran los motivos de “salud”, la “falta de tiempo” y los “problemas de horario”.
Puede parecer irónico que los problemas de salud sean unos de los principales motivos para abandonar la actividad física, sin embargo, es importante tomar en cuenta que realizar ejercicio sin el calentamiento adecuado o que este por encima de nuestro nivel puede provocar diversas complicaciones como dolor muscular, lesiones y fatiga, por lo que el incremento de la duración e intensidad del ejercicio debe seguir una progresión constante pero leve.
El establecer metas muy exigentes en poco tiempo, lleva a conductas riesgosas como una pobre alimentación y demasiado ejercicio, lo cual es una de las principales razones por la que las personas se "queman" a las pocas semanas de empezar su programa de ejercicio.
Los problemas de falta de tiempo y problemas de horario se pueden subsanar con una adecuada planificación que tome en cuenta las obligaciones laborales y familiares, así como espacio para descansar.
En el siguiente ejemplo se muestra una distribución de horario que contempla 8 horas de ejercicio semanal, para una persona con la típica jornada de 40 horas semanales + 10 horas para desplazarse al sitio de trabajo.
Bibliografía
García, J y Caracuel, J (2007). La motivación hacia la practica deportiva en adolescentes mexicanos: inicio, mantenimiento y abandono. Revista iberoamericana de psicología del ejercicio y el deporte, 2, 41-60.
García, J; Caracuel, J y Ceballos, O (2014). Motivación y ejercicio físico deportivo: una añeja relación. Revista internacional de ciencias sociales y humanidades. 24, 71-88.
Labrador (2009). Técnicas de modificación de conducta. Madrid. Psicología Pirámide.
Comentarios
Publicar un comentario