Tratamiento del trastorno de depresión mayor
Diagnostico
Los síntomas de los criterios diagnósticos del trastorno depresivo mayor deberían aparecer casi cada día para poderlos considerar, con la excepción del cambio de peso y la ideación suicida. Debería haber ánimo deprimido la mayor parte del día, además de casi cada día. A menudo los síntomas de presentación son el insomnio y la fatiga, y el trastorno se infradiagnostica si no se reconocen los otros síntomas depresivos acompañantes. Al principio, el paciente quizá niegue que está triste, pero la tristeza se podría reconocer a través de la entrevista o deducir de la expresión facial o la conducta. En los pacientes que se centran en una queja somática, los clínicos deberían determinar si el malestar de esa queja se asocia a síntomas depresivos específicos. Aparecen fatiga y alteración del sueño en una alta proporción de casos, y las alteraciones psicomotoras son mucho menos frecuentes pero son indicativas de una mayor gravedad global, al igual que la presencia de una culpa delirante o casi delirante (APA, 2014).
El modelo cognitivo de la depresión
Considera que la principal alteración en la depresión esta en el procesamiento de la información. Durante la depresión están activados una serie de esquemas que la favorecen. Estos esquemas suelen adquirirse en la infancia, pero pueden mantenerse latentes y activarse cuando el sujeto se encuentra con situaciones estresantes similares a aquellas en que se formaron (Clark y Beck, 2016).
Estos esquemas activados durante la depresión llegan a ser predominantes, favoreciendo la percepción y el recuerdo de los estímulos congruentes con ellos. Por eso, la persona deprimida esta convencida de que las cosas son tan negativas como ella las ve. Para Beck, el contenido de los esquemas depresógenos esta constituido por la triada cognitiva, que es la visión negativa de sí mismo, del mundo y del futuro.
Entre las distorsiones negativas que son indicativas de una auto valorización negativa se encuentran:
Tristeza: me siento tan triste o soy tan infeliz que no puedo soportarlo.
Pesimismo: siento que no hay esperanza para mi futuro y que solo puede empeorar.
Fracaso: siento que como persona soy un fracaso total.
Perdida de placer: no puedo obtener ningún placer de las cosas de las que solía disfrutar.
Sentimientos de culpa: me siento culpable todo el tiempo.
Sentimientos de castigo: siento que estoy siendo castigado.
Disconformidad con uno mismo: o me gusto a mi mismo.
Autocrítica: Me culpo a mi mismo por todo lo malo que sucede.
Indecisión: tengo problemas para tomar cualquier decisión.
Desvalorización: siento que no valgo nada.
Una vez se han constatado la presencia de estas ideas irracionales. Se emplea el método socrático o mayéutica para la refutación de las mismas. Lo central de la técnica son las preguntas inductivas, estas son orientadas a la búsqueda de un nuevo conocimiento, la técnica orienta a la búsqueda inductiva de un conocimiento nuevo, se realiza un proceso dialectico en el cual se generaliza una noción de verdad sobre un concepto y se lo examina hasta su refutación, para luego comenzar con una nueva noción del mismo
Evaluación y justificación de la terapia
Los puntos fundamentales de la terapia cognitiva de Beck son (Labrador, 2009):
A) Establecer una buena relación terapéutica basada en la empatía, la autenticidad, la aceptación, la cordialidad y la confianza.
B) Evaluar los problemas del paciente: características de la depresión; factores actuales que contribuyen a ella (por ejemplo, perfeccionismo, falta de asertividad, dificultades familiares, problemas laborales o académicos); historia del problema; tratamientos previos y actuales; motivación, objetivos y expectativas; recursos y limitaciones del paciente; trastornos psicológicos asociados.
C) Compartir y acordar con el paciente un modelo idiosincrásico que expliquen lo que le pasa.
D) Acordar con el paciente lo que quiere conseguir en cada área la problemática identificada. Algunas de esta metas pueden cambiar más tarde y otras nuevas pueden surgir.
E) Explicar en líneas generales y justificar al paciente el tratamiento que se seguirá, y destacar que el cambio es probable. Se anima al paciente a formular las dudas, preguntas u objeciones que tenga con la finalidad de que puedan ser discutidas y pueda alcanzarse un acuerdo al respecto.
- American Psychiatric Association (2014). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. Madrid, España. Editorial Medica Panamericana.
- Clark, D y Beck, A (2016). Manual practico para la ansiedad y las preocupaciones: la solución cognitiva conductual. Madrid, España. Editorial Desclee De Brouwer.
- Labrador, F (2009). Técnicas de modificación de conducta. Madrid, España. Editorial Pirámide.
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